Comencemos por definir que el sedentarismo es la falta de actividad física. Los sedentarios suelen tener mayor tendencia a la obesidad, fatiga ocular, dolor de espalda, dolor de cabeza, alimentación desequilibrada, entre otros males. Además, puede acelerar el envejecimiento biológico. Si te mantienes mucho tiempo sentado frente a la computadora, podrás experimentar dolores en las articulaciones y cuello, incluso padecer del síndrome del túnel carpiano. Esto sucede cuando hay una presión excesiva en el nervio mediano de la muñeca provocando entumecimiento, hormigueo, debilidad o daño muscular en la mano y dedos.
Si tienes jornadas de trabajo remoto día a día, podrías tener implicaciones directas sobre tu salud. Acciones esenciales como el ir al baño, son de suma importancia para evitar problemas en el aparato urinario y otros órganos. Tener periodos muy prolongados de sedentarismo llevan a que el organismo no gaste energía, lo cual genera una hinchazón a nivel general y provoca que la sangre no fluya correctamente. Como consecuencia, ciertos órganos como los riñones comienzan a deteriorarse y envían señales negativas por medio de diferentes síntomas. Tomar acción para evitar estos problemas, es lo más recomendable.
Estas pausas activas, dentro de un horario laboral, deberían tornarse en un hábito diario de cualquier profesional. Las principales recomendaciones serían:
Atender necesidades fisiológicas: Es primordial no dejar de lado el tiempo para ir al baño, de esta forma se evitan malestares y padecimientos que podrían presentarse a corto o mediano plazo.
Pausas de cinco minutos: Se debe realizar cada 2 horas, para mover articulaciones y activar musculatura, de forma que se evitan enfermedades crónicas. Las largas jornadas laborales, sin pausas activas, tienden a tener repercusiones graves en los riñones.
Mantenerse en movimiento: Hacer ejercicio diario, tener buena postura al sentarse, estirar o caminar, son algunas recomendaciones para generar activación constante, evitar problemas de salud y estrés.
Beber agua: Beber suficiente agua mantiene el equilibrio de los fluidos corporales, ayuda a transportar nutrientes, regula la temperatura corporal, lubrica articulaciones y ayuda a digerir los alimentos. Los órganos requieren de bastante hidratación junto con actividad física, esto es para oxigenar y dejar fluir la sangre de forma correcta.
Así que, llevar un plan de ejercicios, alimentación e hidratación son prácticas saludables que nos pueden evitar problemas de salud prolongados durante el tiempo de trabajo remoto. Igualmente, las empresas deben tener un programa de bienestar para mantener a los empleados activos. Pregunte si su lugar de trabajo tiene uno.
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