5 Tips para combatir el desgaste laboral
Trabajar para una empresa puede resultar ser difícil y estresante, especialmente cuando una persona tiene un sinfín de reuniones programadas, tareas que completar, y responsabilidades domésticas que cumplir. Crear el balance perfecto entre todos estos componentes puede parecer imposible cuando nos encontramos fatigados por el exceso de trabajo y el estrés que surge como consecuencia de este. Si no se maneja a tiempo o de forma adecuada, es posible que este llamado desgaste laboral o profesional interfiera con nuestra salud tanto física como emocional. Sin embargo, existen varias estrategias que pueden tomarse para reducir y controlar los efectos del desgaste laboral; cinco de las cuales serán discutidas a continuación.
1. Cuestiónate el “cómo”
Cuando enfrentamos el desgaste laboral, es común que experimentemos sentimientos de desamparo, desespero, inutilidad e incertidumbre. Nos sentimos tan y tan abrumados, que hasta se nos dificulta el proceso de toma de decisiones; de manera que nuestras responsabilidades o quehaceres se nos vuelven “imposibles” de realizar. Aquí entra este método fácil y sencillo que podrá ayudarte a desafiar estas sensaciones: en vez de repetirnos una y otra vez que “no podemos” lidiar o resolver el problema que estemos enfrentando, es imperativo que nos preguntemos cómo podemos solucionarlo. Es decir, cuestionarnos profundamente sobre qué maneras podemos seguir adelante. Además de estimular tu creatividad, este pequeño ajuste en perspectiva tiene el potencial de mejorar tus destrezas para resolver problemas.
2. Redefine el éxito
Para muchxs, el éxito significa trabajar hasta no poder más, ser productivx 24/7, y no tomarse ningún descanso para relajarse o practicar algún pasatiempo. En realidad, esta definición del éxito es perjudicial, ya que supone que somos máquinas de productividad, y no seres humanos que necesitan descansar y disfrutar de la vida de vez en cuando. Si te encuentras desgastadx frecuentemente, es posible que tú seas una de estas personas. En este caso, pregúntate qué realmente significa el éxito para ti, y qué acciones estás tomando para alcanzarlo. Si dichas acciones te causan demasiado estrés o agobio, siéntete en toda la libertad de redefinir tu propia idea del éxito, de manera que la nueva definición incluya la priorización de tu salud y tu felicidad.
3. Subdivide tus objetivos en “micro goals”
Es común que el desgaste laboral surja luego de proponernos una meta demasiado grande. Al hacer esto, nos estamos aferrando a un punto de vista que solo nos permite ver las cosas en absolutos: “o cumplo esta meta, o me rindo y no hago nada”. Cuando subdividimos nuestras metas globales en tareas más pequeñas y sencillas, nos estamos permitiendo una oportunidad de progresar gradualmente y a nuestro ritmo. Por otro lado, este cambio hace que las tareas sean mucho más atractivas para nosotrxs, ya que son más accesibles y fáciles de completar. Además, estos “micro goals” sirven como recordatorios constantes de lo que debes hacer todos los días para lograr tus metas a grande escala.
4. Toma descansos
Es natural que en una sociedad inundada con el ideal de la productividad tóxica nos encontremos presionados a ser productivos 100% del tiempo; cuando, en realidad, ningún ser humano puede trabajar las 24 horas corridas sin sufrir de alguna consecuencia emocional o física. Aunque parezca ser contraproducente, es esencial que todx empleadx de cualquier organización tome sus debidos descansos de acuerdo con su respectiva carga laboral. Si trabajas en una oficina, por ejemplo, debes de aprovechar cualquier periodo de alimentación o descanso que tu patrono te provea. Recuerda que no es posible ser eficiente o productivo si unx no se cuida a sí mismx primero. Si trabajas desde el hogar, crea nuevos hábitos que te permitan desconectarte cada par de horas, con el tal de evitar el desgaste digital, tales como: pausar tu trabajo para hacer estiramientos, practicar técnicas de respiración, colorear, llamar a una amistad o familiar, cuidar de tus plantas, o atender a una mascota. Luego de practicar estos descansos consistentemente, es muy probable que notarás un alza en tu productividad, creatividad y eficiencia.
5. Visita a tu psicólogx o terapista
Si has tratado todos los métodos descritos anteriormente, o si sencillamente quisieras consejos profesionales que te ayuden a lidiar con tu desgaste laboral, es altamente recomendable que saques cita con tu psicólogx o terapista. Es normal que a veces nos cueste pedir ayuda, especialmente cuando se trata de nuestra propia habilidad de realizar nuestras propias tareas laborales. Es posible que nos sintamos sumamente vulnerables ante la idea de asistir a una sesión terapéutica por primera vez. La realidad del caso es que pedir ayuda nunca está de más, especialmente cuando estamos hablando de nuestra salud emocional o física. Ver a un psicólogx puede ser de gran beneficio por diversas razones. Primero, nos empodera al permitirnos el espacio de expresarnos libremente sin ser juzgadx. Segundo, un profesional de la salud mental está capacitado para proveernos estrategias saludables para lidiar con temas tales como el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, al acudir a una opinión secundaria, nos estamos permitiendo la oportunidad de analizar nuestra situación a través de los ojos de unx profesional.
Recuerda que todxs podemos sufrir de desgaste laboral en alguno que otro momento de nuestras vidas, y que tu lucha contra este fenómeno siempre será válida. La idea principal aquí es que, tan pronto notes que el desgaste está interfiriendo con tu funcionamiento físico o emocional, seas proactivx y tomes decisiones cuya prioridad sea tu salud. Sea cual sea la estrategia que tomes para remediar tu desgaste, no te rindas. La clave es nunca darse por vencidx. Siempre ten en mente que existe una versión sana, manejable y productiva de tu vida, aunque tome algún tiempo encontrarla.