Indudablemente, el 2020 ha sido un año de mucha incertidumbre. La pandemia desestabilizó la economía global y ha causado muertes significativas a nivel global. Mientras los empleadores solicitan a sus trabajadores que regresen a sus labores en medio de esta crisis salubrista, la ansiedad continúa presente entre la clase trabajadora, ya que están preocupados por su seguridad en los espacios laborales. Ahora que las oficinas están abriendo paulatinamente, los empleadores deben realizar ciertas modificaciones para salvaguardar la salud de sus empleados. Acá, le mencionamos algunas es estrategias para proteger a sus recursos humanos.
Implementar Medidas básicas para control de infecciones
Los líderes, gerentes y supervisores del lugar de trabajo deben redoblar las prácticas básicas de higiene para prevenir la propagación del virus entre compañeros. Primero, está el buen lavado de manos. Proporcione jabón y agua corriente en varios lugares de la oficina, especialmente en los puntos de entrada, y promueva el lavado de manos frecuente y completo. Si no hay jabón y agua corriente disponibles, brinde desinfectantes para manos a base de alcohol que contengan al menos un 60% de alcohol, colocados en posiciones estratégicas de la oficina. Como parte del control básico de infecciones, implemente la desinfección y limpieza regulares de superficies y equipos en el lugar de trabajo. Implemente la limpieza del lugar de trabajo dos veces al día, antes de que los trabajadores reanuden su trabajo y cuando se vayan. Seleccione solo productos de limpieza aprobados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que son altamente efectivos contra el SARS-CoV-2.
Desarrollar políticas para identificar casos de COVID-19
Si un trabajador desarrolla algunos de los síntomas de COVID-19, ¿cuál sería su próxima acción?
La detección temprana y el aislamiento de empleados potencialmente infectados es crucial para frenar la transmisión de COVID-19 en el lugar de trabajo. La gerencia debe desarrollar procedimientos para identificar y aislar rápidamente a los trabajadores de alto riesgo para proteger a otros en el espacio laboral. Dichas políticas pueden incluir controles de salud de rutina para detectar fiebre y otros síntomas de COVID-19 en los trabajadores, o sistemas de vigilancia de la salud, donde los trabajadores informan cuando están enfermos.
Si un empleado muestra síntomas de la infección, deben existir políticas para el aislamiento inmediato y las pruebas del empleado. Puede designar un área separada para los empleados potencialmente infectados hasta que los funcionarios de salud puedan evacuarlos del lugar de trabajo de manera segura. Si el empleado da positivo en la prueba de COVID-19, el personal capacitado debe comunicarse con los empleados y clientes que tuvieron contacto con el trabajador infectado y pedirles que se aíslen y se hagan la prueba. Las aplicaciones de rastreo de contactos pueden ser invaluables para rastrear los contactos de los trabajadores infectados.
Rediseñar el espacio de trabajo
Trabajar en medio de la pandemia de coronavirus puede causar cambios en la estructura del lugar de trabajo y los patrones de labores, de modo que se limite la posibilidad de infección.Puedes recurrir a las oficinas abiertas, estaciones de trabajo espaciales a una distancia de al menos 1 metro entre sí. En los casos en que las estaciones de trabajo espaciadas sean inviables, se pueden separar las estaciones de trabajo con plexiglases transparentes para proteger a los trabajadores de las gotitas respiratorias de los demás.
En la medida en que sea posible, las interacciones deben ser virtuales. Las reuniones físicas innecesarias pueden cancelarse o celebrarse virtualmente. Si son inevitables, las reuniones físicas deben tener en cuenta las recomendaciones de distanciamiento social con los participantes sentados a una distancia de al menos 1 metro entre sí.
Promover la flexibilidad en el lugar de trabajo puede requerir patrones de trabajo híbridos. Considere establecer turnos de trabajo alternos en el sitio / remoto o horas de trabajo más cortas para limitar el riesgo de infección de los empleados. Siempre que sea posible, algunos empleados pueden operar de forma remota para reducir la cantidad de empleados que trabajan en una misma localidad.
Dado que el riesgo de contagio es mucho mayor en entornos interiores, una ventilación adecuada es fundamental para proteger a los trabajadores. Los empleadores deben considerar la instalación de filtros de aire de alta eficiencia y aumentar las tasas de ventilación en el entorno de trabajo.
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