Conoce las Señales de Alerta en la Salud Mental

La pandemia ha alterado muchos hábitos de nuestra vida y de cierto modo, todos hemos sentido cierto grado de malestar.

Expertos preveen que el 46% de las personas estarán experimentando, incluso algunos por primera vez, síntomas de estrés post truamático, ansiedad, depresión, problemas derivados del duelo, adicciones e hipocondria. Estas condiciones y síntomas deberán desaparecer con el tiempo, pero si perduran será necesario que las personas busquen ayuda de un profesional de la salud mental.

A continuación le compartimos una guía que lo ayudará a identificar si usted o alguien a quien ama se está enfrentando a un conflicto emocional. Y es que, comúnmente, los cambios en el comportamiento y las emociones no se reconocen hasta que ya es demasiado tarde.

Las 7 señales de un conflicto emocional

1. Dificultad para controlar la ira o el temperamento: Aquel que carga un sufrimiento emocional puede reaccionar con agitación ante cualquier situación, siendo sobrellevado siempre por la angustia. Su cambio de humor suele ser repentino, impredescible y tempestuoso. Esto porque muchas veces el dolor se expresa con emociones explosivas e irracionales. Así mismo, estas reacciones suelen ser poco saludable tanto para las personas que cargan con el sufrimiento como para aquellas que lo rodean.

2. Cambios en la interacción social: En personas que solían disfrutar de la compañía de otras se podría comenzar a observar un desagrado al momento de tratar con su círculo más cercano. Este comportamiento se podría presentar de forma gradual, con pequeñas excusas de su parte para mantenerse alejados de los demás. A veces los sentimientos de angustia y miedo son lo suficientemente fuertes como para que una persona opte por no quererse relacionar con otros como lo hacía anteriormente. En estos tiempo, expertos reportan un alza en casos de personas que se les dificulta salir de sus hogares y que evitan todo tipo de interacción social por miedo de contrar el coronavirus.

3. Cambios en el cuidado de su persona: Se ha abandonado todo esfuerzo de autocuidado y aseo personal. Esta persona también podría estar participando de actividades que representan un riesgo para su salud o integridad, incluso podría estar poniendo su vida en riesgo.

4. Angustia excesiva o sentimientos de desesperanza: Superada por la impotencia y la tristeza una persona podría estar sufriendo a consecuencia de un dolor extremo que la ha producido alguna situación particular (e.g. la muerte de un ser querido o la pérdida del trabajo). Esta persona podría estar experimentando problemas de autoestima, verguenza y culpa. Incluso, puede comenzar hablar de pensamientos suicidas con pequeños comentarios que hagan referencia a cómo la vida será «mejor sin ellos». La clave aquí, tanto como para los demás sintomas, será la frecuencia con la que se experimenten. Este factor ayudará a determinar la gravedad de la situación.

Un ejemplo de angustia excesiva también puede verse representando en cambios de patrones de sueño. Dormir más o menos de lo habitual podría estar relacionado con un conflicto emocional.

5. Presencia de pensamientos o comportamientos obsesivos compulsivos: Las obsesiones son comportamientos repetitivos que se asemejan a la preocupación y van acompañados de la ansiedad. Las compulsiones son actos de comportamiento diseñados para liberar la tensión que produce la obsesión. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, estos comportamientos generan mayor ansiedad y provocan más actos compulsivos que son contraproducentes para la persona que lo experimienta, teniendo un impacto significativo en su funcionamiento diario. Cuando nos resistimos a cambiar los que sentimos solemos aumentar nuestro sufrimiento.

A veces, esta falta de alivio emocional provoca que algunas personas recurran al uso y abuso de drogas, esto incluyendo el uso de sustancias legales como lo es el alcohol y los medicamentos recetados. También se puede buscar alivio en el consumo excesivo de alimentos, sexo y otras conductas que podrían ser destructivas.

6. Cansancio, fatiga emocional y agotamiento mental: Cuando el cuepo y la mente ya no pueden manejar la sobre carga emocional el cuerpo comienza a bloquear algunas funciones y habilidades cognitivas.

7. Disminución de apetito sexual y eliminación de actividades placenteras: La incapacidad de sentir placer y disfrutar de actividades placenteras podría ser un indicador de angustia emocional. A veces, las señales también emanan de nuestros cuerpo como dolores físicos (e.g. dolores de cabeza y espamos musculares). Indicadores de que algo en nosotros requiere atención inmediata.

Reconocer estos síntomas será el primer paso hacia la recuperación. Si logra identificar algunas de las señales que discutimos aquí, hable con su médico de cabecera o coordine cita con un profesional de la salud mental.